El juego del escondite. Pasos necesarios para su disfrute:
espere al atardecer, momento idóneo para encontrar un gigante hambriento merodeando por los alrededores.
dispútele el derecho a mantenerse erguido y haga que sus huesos besen el suelo.
una vez humillado, utilice su esqueleto vencido como «casa», o centro neurálgico del juego.
comience una cuenta, precisa y rítmica, hasta un número previamente acordado.
olvide que existen los adultos, y su tendencia a interrumpir actividades de la importancia de la aquí descrita.
recuerde que necesita, al menos, un buen amigo dispuesto a ocultarse. Si lo ha conseguido, láncese en su búsqueda y disfrute, si no… el juego hace rato que ya ha comenzado.